ANTONIO TORRES CLAVERO
ESCULTOR (1889-1971)
BIOGRAFÍA
Antonio Torres Clavero fue el artífice de la mayor parte de las estatuas y relieves que adornan la fachada de uno de los edificios más carismáticos de Zaragoza - la basílica del Pilar - así como, de un retablo, de gran mérito, que puede admirarse en la capilla-oratorio de la residencia de las H. H. Angélicas. Todo ello, sin mencionar sus numerosas aportaciones escultóricas en distintos edificios de carácter civil en Zaragoza, Huesca y Barcelona . A pesar de todo, y de ser un artista aragonés, va a ser muy poco conocido, incluso por los habitantes de la ciudad de Zaragoza.
Antonio Torres Clavero fue el artífice de la mayor parte de las estatuas y relieves que adornan la fachada de uno de los edificios más carismáticos de Zaragoza - la basílica del Pilar - así como, de un retablo, de gran mérito, que puede admirarse en la capilla-oratorio de la residencia de las H. H. Angélicas. Todo ello, sin mencionar sus numerosas aportaciones escultóricas en distintos edificios de carácter civil en Zaragoza, Huesca y Barcelona . A pesar de todo, y de ser un artista aragonés, va a ser muy poco conocido, incluso por los habitantes de la ciudad de Zaragoza.
Nace el 10 de enero de 1889, en el seno de una familia aragonesa-catalana residente en la ciudad de Zaragoza.
En 1895, su padre Antonio Torres Flotats, afectado por la quiebra del negocio que había montado, se ve obligado a abandonar el hogar familiar, marchando primero a Francia, luego a Alemania y Tánger, y más tarde a Cuba, de donde no regresará. Dejando a su esposa Paula Clavero Pérez, y sus cinco hijos en una precaria situación económica
Todas estas circunstancias, van a influir decisivamente en la formación de la personalidad y el carácter de Antonio, en una etapa tan importante de su vida como es la que va de la niñez a la adolescencia.
Comienza su tardía formación artística en 1906, cumplidos los dieciséis años, ingresando en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Conjuga los estudios con el trabajo esculpiendo losas y lápidas para enterramientos y diseñando vidrieras artísticas para "La Veneciana". Su primer mentor será el escultor Carlos Palao y Otrubia, con el que colaborará en varios trabajos escultóricos.
El 15 de febrero de 1908 se falla el concurso para elegir las medallas del Primer Centenario de los Sitios, siéndole otorgada la Medalla de Plata.También participa en la Exposición Hispano-francesa de 1908, recibiendo una mención de honor por la escultura "Dos Bustos"
Para perfeccionar su formación artística, en 1910, marcha a Madrid, donde recibe clases durante dos años, del extraordinario escultor Aniceto Marinas (Profesor de Modelado y Composición Decorativa de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid). Aprovecha su estancia en la capital de España, para estudiar la magnifica colección de esculturas del Museo del Prado.
En 1895, su padre Antonio Torres Flotats, afectado por la quiebra del negocio que había montado, se ve obligado a abandonar el hogar familiar, marchando primero a Francia, luego a Alemania y Tánger, y más tarde a Cuba, de donde no regresará. Dejando a su esposa Paula Clavero Pérez, y sus cinco hijos en una precaria situación económica
Todas estas circunstancias, van a influir decisivamente en la formación de la personalidad y el carácter de Antonio, en una etapa tan importante de su vida como es la que va de la niñez a la adolescencia.
Comienza su tardía formación artística en 1906, cumplidos los dieciséis años, ingresando en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Conjuga los estudios con el trabajo esculpiendo losas y lápidas para enterramientos y diseñando vidrieras artísticas para "La Veneciana". Su primer mentor será el escultor Carlos Palao y Otrubia, con el que colaborará en varios trabajos escultóricos.
El 15 de febrero de 1908 se falla el concurso para elegir las medallas del Primer Centenario de los Sitios, siéndole otorgada la Medalla de Plata.También participa en la Exposición Hispano-francesa de 1908, recibiendo una mención de honor por la escultura "Dos Bustos"
Para perfeccionar su formación artística, en 1910, marcha a Madrid, donde recibe clases durante dos años, del extraordinario escultor Aniceto Marinas (Profesor de Modelado y Composición Decorativa de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid). Aprovecha su estancia en la capital de España, para estudiar la magnifica colección de esculturas del Museo del Prado.
RETABLO DE LA ANUNCIACIÓN. IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PORTILLO. ZARAGOZA
El retablo de la Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza, preside la Capilla de la Residencia de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza.
![]() |
RETABLO DE LA ANUNCIACIÓN |
RETABLO DE LA VENIDA DE LA VIRGEN DEL PILAR
![]() |
RETABLO DE LA VENIDA DE LA VIRGEN DEL PILAR |
Es un mediorrelieve esculpido en piedra de almorquí, un mármol de color marfil.
La disposición que hace el artista de los elementos figurativos crea un perfecto equilibrio compositivo, en dos líneas diagonales abiertas. La principal va desde el apóstol Santiago, en el ángulo inferior izquierdo, en dirección a la imagen de la Virgen, situada en la parte superior central del retablo. En la diagonal secundaria, podemos ver, en el lado derecho, a un ángel portando el pilar; y en en el lado izquierdo, otro ángel portando en sus manos un ramo de azucenas. Esta disposición es semejante a la de algunas obras de los pintores del barroco, como la del "Descendimiento de la Cruz" de Rubens
El apóstol Santiago aparece vistiendo túnica, manto y esclavina y llevando en su mano el bordón. tal y como se solía representar a los peregrinos medievales que hacían el camino a Santiago de Compostela. Lo que revela un cuidadoso estudio iconográfico. A este respecto, el escultor introduce dos elementos simbólicos representativos de la pureza: las rosas, que aparecen en bajorrelieve muy tenue a ambos lados de la cabeza de la Virgen y el ramo de azucenas que lleva en sus manos uno de los ángeles.
La Venida de la Virgen a Zaragoza», Hoja del Lunes, 27-IV-1942.
La Venida de la Virgen a Zaragoza», Hoja del Lunes, 27-IV-1942.
SANTA ISABEL DE PORTUGAL
![]() |
SAN VICENTE |
SAN BRAULIO
|
En la revista "El Pilar·" del 12 de octubre del año 1943, Antonio Torres escribía lo siguiente acerca de los ángeles del monumental escudo qué habría de presidir la parte central de la fachada de la basílica del Pilar
En la fachada del templo del Pilar,
están ya colocadas cinco estatuas que modelé respondiendo al gratísimo encargo
hecho en su día por el arquitecto Don
Teodoro Ríos, de acuerdo con la Junta Recaudatoria para la terminación de las
obras. Nuevamente, he sido honrado con doble y para mí placentero encargo: el
de modelar el monumental escudo de la parte central de la fachada y el gran
retablo central que ha de representar la escena de la Venida de Nuestra Señora
a Zaragoza, con el grupo de los Convertidos que preside Santiago.
¿Qué decir a los lectores de “El
Pilar” de mí proyecto? Lo dirán las fotografías de los ángeles de ambos lados
del escudo que acompañan a estas líneas. Los que nos dedicamos a las artes
plásticas somos poco explícitos de palabra. Expresamos nuestras ideas con el
lápiz, el color o la piedra, como en este caso. Nuestro lenguaje expresivo son
las obras que salen de nuestra mente y que nuestras manos con tanto cariño
realizan. Muestra misión no es otra que hacer sentir una emoción a quién las
contempla ¿Lo conseguiré?
En ello he puesto todo mi
esfuerzo, todo mi tesón y mi cariño de aragonés, y como tal, amante de la
Santísima Virgen del Pilar.
Explicando los dos grabados que acompañan estas líneas
diré que el grupo en construcción consta del Escudo del Cabildo Metropolitano de 4,20
metros de altura y 2,20 de anchura, cercado por dos ángeles que representan: el
de la derecha, la Oración, adoptando una actitud de humildad, con su cabeza
inclinada, baja la vista y juntas las manos. El de la izquierda representa la Pureza,
en posición erguida, portando en la mano derecha un tallo de azucenas, símbolo
tradicional de tan preciada virtud. Oración y Pureza. El mejor homenaje que
podemos ofrecer a María que, concebida sin mancha y Madre de Dios sin quebranto
de su integridad virginal, ha prevalecido con el nombre de “Virgen” para
designarla en el lenguaje usual y y corriente.
He de decir, que debiendo
colocarse el escudo sobre El retablo representativo de la escena de la Venida
de la Virgen, de modo que enlacen las dos estatuas de aquél con el
conjunto de éste, ha habido que reducir,
forzosamente, el tamaño de las figuras, por hallarse estas a menor altura,
sirviendo los ángeles que acompañan al escudo, de transición, para evitar la
violencia del contraste en las proporciones. En los grabados que acompañan
estas líneas se reproducen las figuras de los ángeles en el tamaño que en técnica
escultórica llamamos de Tercio. En los momentos en que escribo estas líneas
comienzo el modelado de las figuras en el tamaño definitivo.
Vivamente, deseo que la
publicación de estos grabados en el número extraordinario del veterano y
querido semanario “ El Pilar”, sirva, principalmente para dar a conocer a
tantos zaragozanos que residen fuera de Zaragoza, la magnitud de la empresa que
la piedad zaragozana y española afronta, para dar al templo de la Virgen de
nuestros amores aquel rango, prestancia y belleza arquitectónica que reclama la
joya que guarda bajo sus cúpulas, esa imagen de nuestra Madre y Reina, por la
que Aragón y España fue y es lo que es.
La obra es de todos y es obra de
años, porque el tallado en piedra exige tiempo, sin contar el que absorben las
modelaciones en barro y el vaciado el yeso. Ello facilita a los devotos de la
Virgen prodigar sus limosnas, si no es
posible de una vez, con aportaciones sucesivas, que lograrán, sin mayor
esfuerzo, dar cima a esta empresa magna en la que está empeñado el honor de las
generaciones presentes.
Y hemos de felicitarnos,
precisamente, de que lenta, pero segura y constantemente, afluyan a la junta
recaudatoria, junto a los donativos espléndidos del pudiente que aporta de una
sola vez la cantidad que determinó, esas limosnas anónimas de los cepillos y de
la maqueta, gracias a las cuales la obra marcha, y un día pavimento y verjas
nuevas de una puerta, otro una estatua, va la junta caminando hacia la meta del
honroso encargo que el Excelentísimo Señor Arzobispo le encomendó: la
terminación de la monumental fachada trazada por el arquitecto don Teodoro
Ríos, fachada que responde al nombre y universal resonancia del primer templo
de la cristiandad dedicado a la Madre de Dios: el templo basílica de nuestra
Señora del Pilar.
.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)